Blog

“Lo que se aprende jugando, se aprende para siempre”

No sirve de nada tener manuales impecables o certificaciones de alto nivel si las personas que trabajan día a día en la cadena alimentaria no comprenden, interiorizan y aplican las buenas prácticas de forma consistente.
La pregunta clave es: ¿cómo formar de manera que los conceptos no solo se entiendan, sino que se conviertan en hábitos?

Tradicionalmente, la formación en empresas del sector se ha impartido mediante sesiones magistrales: un formador explica la normativa, los riesgos y los procedimientos, mientras los participantes escuchan y toman notas. Este método tiene ventajas —es sencillo de organizar y permite transmitir gran cantidad de información en poco tiempo—, pero también limitaciones claras: poca participación, escasa retención y menor conexión con la realidad del trabajo diario.

En los últimos años, cada vez más empresas han descubierto el potencial de la formación interactiva, que incorpora dinámicas participativas, juegos serios (serious games), estudios de caso y simulaciones prácticas. A continuación, veremos por qué esta metodología es especialmente eficaz en el ámbito de las organizaciones.

  1. El cerebro aprende mejor cuando participa

La neurociencia aplicada a la educación lo confirma: el aprendizaje se fija más cuando la persona participa activamente. Escuchar pasivamente una clase puede generar comprensión superficial, pero no siempre garantiza memoria a largo plazo ni capacidad de aplicar lo aprendido en situaciones reales.

Con dinámicas interactivas —como juegos de preguntas y respuestas, role plays sobre auditorías internas o simulaciones de retirada de producto— el participante deja de ser espectador para convertirse en protagonista. Esa implicación genera emoción, y la emoción es el pegamento de la memoria.

 

  1. Más motivación, menos aburrimiento

“Los niños no juegan para aprender, pero aprenden porque juegan.”

 

Todos hemos estado en sesiones de formación donde el reloj parecía no avanzar. En un sector como el nuestro, donde muchas veces hay que repasar normativas densas (IFS, BRCGS, ISO 22000, reglamentos europeos…), mantener la atención del personal es un reto enorme.

La formación interactiva convierte un contenido árido en algo mucho más atractivo. Por ejemplo:

  • En lugar de repasar la lista de alérgenos de la UE en una diapositiva, se puede organizar un juego de identificación de riesgos en etiquetas reales de productos.
  • Para explicar el procedimiento de trazabilidad, se puede hacer una simulación de crisis donde los equipos deben localizar un lote contaminado en tiempo récord.

El resultado es que los asistentes no solo aprenden, sino que además disfrutan del proceso.

 

  1. Mayor transferencia al puesto de trabajo

“La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.” – Friedrich Nietzsche

 

En las organizaciones, el conocimiento teórico es importante, pero lo realmente crítico es que los trabajadores sepan aplicarlo en su día a día. La formación tradicional puede quedarse en la superficie: “sé lo que tengo que hacer, pero no siempre sé cómo hacerlo bien bajo presión”.

Las dinámicas prácticas ayudan a cerrar esa brecha. Ejemplos:

  • Simular una inspección sorpresa para que el personal se entrene en responder con seguridad.
  • Realizar un escape room de higiene donde solo se avanza si se detectan prácticas incorrectas en la sala.
  • Diseñar un mapa de peligros de la planta, donde cada equipo identifique puntos críticos y proponga mejoras.

Este tipo de experiencias generan aprendizaje contextualizado, que es mucho más fácil de aplicar cuando llega la situación real.

 

  1. Favorece una Cultura compartida orientada hacia un modelo de producción Seguro, Sostenible, Saludable y Responsable. 

La formación interactiva no solo transmite conocimientos, también refuerza valores y actitudes. Al fomentar la participación, se genera un clima de confianza donde los trabajadores entienden que la calidad, seguridad alimentaria, protección del medioambiente, ética, prevención de riesgos laborales…. Son una responsabilidad compartida.

Las dinámicas en grupo —por ejemplo, debates sobre dilemas éticos de seguridad alimentaria o juegos de roles sobre comunicación de incidentes— ayudan a derribar barreras jerárquicas y promueven que cada persona se sienta parte activa de la cultura de seguridad.

 

  1. Resultados medibles y mejor ROI

En consultoría y en auditorías, una de las preguntas recurrentes es: ¿cómo demostrar que la formación es eficaz? La formación interactiva ofrece herramientas más claras para medir resultados:

  • Se pueden registrar puntuaciones de juegos o cuestionarios.
  • Evaluar la rapidez y precisión en simulaciones.
  • Observar la participación activa en dinámicas grupales.

Estos indicadores permiten justificar mejor la inversión en formación frente a la dirección, mostrando que la capacitación no es un trámite, sino una herramienta estratégica para prevenir riesgos y evitar costes derivados de incumplimientos, recalls o sanciones.

 

  1. Un formato adaptable a distintos perfiles

No todos los trabajadores de una planta tienen la misma formación, motivación o estilo de aprendizaje. La clase magistral suele ser lineal y uniforme, lo que puede dejar fuera a algunos perfiles.

En cambio, las dinámicas interactivas se pueden adaptar:

  • Juegos sencillos y visuales para operarios de producción.
  • Estudios de caso y análisis de normativa para mandos intermedios y responsables de calidad.
  • Role plays estratégicos para la dirección.

De esta forma, cada grupo recibe el tipo de formación que más se ajusta a sus necesidades.




En S3C TRIPLE IMPACTO tenemos amplia experiencia en formaciones interactivas gamificadas, y podemos ayudarte a que tu equipo tenga la formación adecuada.

“No dejamos de jugar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de jugar, mantén a tu equipo joven y alineado con un propósito compartido.”

                                                                                       “Qué nadie se quede atrás”

S3C Triple Impacto

Dónde estamos

ACE Agrupación Comarcal de Empresarios Pol. Ind. Els Mollons
Carrer dels Traginers, 2.46970 Alaquàs, Valencia

Síguenos

Contacto

Teléfonos

+34 611 636 885

Correo

eva.nunez@s3ctripleimpacto.com